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Irene Falcón no fue solo la secretaria de Pasionaria. Tuvo la suerte de vivir junto a Dolores Ibárruri los grandes acontecimientos de la historia de España y del mundo durante la mayor parte del siglo XX, pero no se limitó a observarlos, sino que participó en ellos activamente, como la mujer libre y consciente que siempre quiso ser. Adelantada en muchos sentidos a su tiempo, recibió una educación liberal en el Colegio Alemán de Madrid donde aprendió varios idiomas, Trabajó desde muy joven primero con Santiago Ramón y Cajal y luego como reportera y editora y siendo aun adolescente se fugó con el hombre al que amaba. Cesar Falcón, sin renunciar nunca a su independencia al afrontar los retos de la vida ye le compromiso político.   También conoció la desgracia: el difícil cuidado de su hijo Mayo en las condiciones de la militancia comunista, la lucha y la derrota en la Guerra Civil, el duro exilio y la reorganización del partido desde la Unión Soviética acosada por el ataque hitleriano, la represión estalinista que sufrió en sus propias carnes, la experiencia de la China maoista, la larga espera hasta la transición, el agridulce retorno a una España que iba olvidándose de su pasado.